.
.
¿Qué sería de nuestra femenina suerte si la fatalidad hiciera que llegara el día en qué los hombres lograran entendernos??
¿En dónde obtendríamos ese misterio que hace que pongan en nosotras el 35 % restante de la atención que le dedican al balón-pié?
Tranquilas ¡¡amigas!! No existen grandes posibilidades de que tal temible acontecimiento se concrete, al fin y al cabo, todavía, ni siquiera nosotras mismas hemos llegado a comprendernos....
ESCENA
Hombre y mujer en escena. El lugar indefinido: dormitorio cocina baño comedor, todo en un mono ambiente grotesco.
Estela: Como bien leíste en el aviso las clases duran aproximadamente tres meses, son dos veces por semana de dos horas cada una. El precio es el conversado por tel.
Juan: Yo quisiera que sea más rápido, llevo muchos años cargando este cuerpo de hombre y corriendo por mis venas sangre con educación machista.
Estela: ¿Querés en vez de 2, venir 3 veces por semana?
Juan: No aguanto hacer pis parado ni un día más
Estela: ¿cuatro?
Juan: No soporto cojerme a otra mina más solo para que ella y mis amigos piensen que soy un langa.
Estela: ¿Curso intensivo todos los días 4 horas cada vez?
Juan: ¡Lo mío es realmente grave, no soporto más las obligaciones masculinas que me encajó esta maldita sociedad, no pienso seguir afeitándome todos los días!!!!!!!
Estela: Bueno, venite a vivir acá y lo solucionamos en un par de días, ahora... sobre el precio...
Juan: Le pagué a tantas putas para que me hagan de psicólogas, que si vos me ayudas te doy mi sueldo completo de por vida, solo cambiaría de mujer, en vez de dárselo a mi esposa.
Estela: Cuándo querés empezar.
Juan: ¡¡Ahora!!
Estela: ¿Ya? Pero tengo que prepararme, cosas como depilarme, teñirme... hacerme las manos, cambiarme la bombacha... si voy a dormir con un hombre me tengo que preparar...
Juan: ¿Crees que tenga que comprarme bombachas con encaje?
Estela: Si optas por el curso completo no necesitas comprar nada, acá te brindo todos los elementos incluyendo las medias, corridas, claro que podes comprar otra clase de paquetes sin todos los elementos con o sin escuela de simulación de orgasmos y otras variantes más
Juan: Si voy a aprender a ser mujer, quiero la educación completa, que no me falte nada, solo puede sobrar.
Estela: OK andá a lavar los platos.
Juan: ¿Qué?
Estela: ¿No querías empezar ya mismo?
Juan: Sí, pero que tiene que ver, si ni siquiera yo comí en ellos, yo no los ensucié
Estela: De eso se trata, quien te dijo que para lavarlos tenías que ser vos la que los ensució
Juan: Dijiste, “La” soy él.
Estela: Ya no querida, ya no
Juan: Pero yo no quiero empezar por ahí, no hay algo más divertido
Estela: Mirá inútil, no busques más excusas y andá a lavar los platos, son todas iguales con tal de no hacer lo que deben inventan cualquier cosa, hasta querer ser hombres, ja, a mí con esa.
Juan: Es que me van a quedar las manos muy ásperas
Estela: Prendé la tele y vas a saber que detergente debes usar para que te queden re suaves.
PRENDE LA TELE Y VA HACIA LA PILETA DE LA COCINA
Estela: Mientras lavas los platos lee la TV guía para aprenderte de memoria absolutamente todas las novelas y programas para mujeres que dan a la tarde.
Juan: ¿todos?
Estela: es parte de del vaciamiento de cerebro necesario.
Juan: ¿y como hago para lavar y leer sin mojar la revista?
Estela: sencillo si la mojas, vos compras otra y además me pagas la primera más los intereses por boluda.
Juan: ¿puedo usar guantes de goma?
Estela: ¡¡NOOO!! ¡No me vengas con gastos pelotudos!
Juan: Pero más caro van a salir las cremas para manos para arreglarlas
Estela: Que acaso pensas que ese no es un gasto imbécil
Juan: ¿pero y mis manos?
Estela: Mirá querida si realmente querés ser una mujer tenés que aprender que lo último que importa en una casa son los cuidados personales de una mujer, primero están las necesidades del hogar y de los chicos, la ropa de los chicos, la comida preferida del marido, las cosas de la escuela de los chicos, el diario para el marido, Internet para los chicos, el apresto para planchar las camisas del marido, el cable de tv con el decodificador para ver hasta el fútbol de Chechenia, el cafecito en el bar con los muchachos del marido, la entrada a la cancha del marido, y otras cosas simples y primordiales que ellos merecen tener antes que tus estúpidas necesidades.
Juan: pero es que trabajamos todo el día y lo menos que pueden hacer nuestras mujeres es dejarnos ver fútbol y servirnos la comida.
Estela: (agarrándolo de un brazo algo brusco lo pone frente a un espejo) Vos no estás para pensar, planear, modificar, optimizar, solo ejecutar, para eso naciste mujer.
Juan: ...pero
Estela: (interrumpiéndolo) ¡un carajo!, ya te conozco las artimañas para perder el tiempo, andá a lavar los platos. (se tira en el sillón prende la TV, pone golf mientras carraspea su garganta constantemente)
Juan: ¿Te gusta el golf?
Estela: Desde cuando a vos te importa que me gusta a mí, me gusta cualquier deporte hasta el juego de bolita, ¿ya está la comida?
Juan: Pero vos no me dijiste que tenía que lavar los platos...
Estela: y eso que tiene que ver si es la hora de comer tendrías que tenér la comida lista.
Juan: ¿que querés que te haga?
Estela: que sé yo de cocina hacé vos a mi no me jodas con esas pavadas.
Juan: bueno te hago fideos con manteca...
Estela: me tenés re podrida con esa mierda ya sabes que no me gustan
Juan: salchichas con puré...
Estela: esa bosta la comés vos
Juan: milanesas con papas fritas...
Estela: ¡Qué ocurrente sos!!
Juan: bife con ensalada...
Estela: no haces una mierda todo el día y ni siquiera podés pensar en algo digno para comer siempre la misma basura
Juan: ¿bueno que querés comer?
Estela: ¡No sé, ocupate de lo tuyo!
(BAJÓN DE LUZ PARA PASO DE TIEMPO)
ESCENA EN EL BAÑO
Estela: (Se lava los dientes haciendo toda clase de ruidos: tose, escupe, erupta)
Juan: (golpea la puerta despacito) - ¿Te falta mucho?...me estoy haciendo pis...-
Estela: Me rompés las pelotas hasta en el baño!, entrá si tenés que mear (habla con la boca llena de dentífrico)
Juan: (Entra tímidamente y se le queda parado al lado)
Estela: ¡Pero dale! ¿no te estabas meando?
Juan: (se acerca al inodoro con la intención de hacer pis parado)
Estela: ch, ch,ch,ch, no,no,no, sos mujer, sentadito...
Juan: ¡Pero esta tabla está toda mojada!
Estela: Para eso está el papel ¿no?
Juan: (seca la tabla y se sienta)...- No puedo con vos acá, no me sale...-
Estela: (le toma las manos y simula el ruido del pis) – A ver ese pisito, a ver si ahora sale...-
Juan: (con evidente cara de alivio y se oye de fondo el ruido del pis)
Estela: (se para rápidamente) - ¿También tenés de cagar? Porque me estoy perdiendo el partido-
Juan: No, no, no, disculpame, andá...
Estela: (Se tira en la cama agarra el control remoto, prende la tele y putea porque ya empezó)
Juan: (todavía en el baño, coquetamente comienza un precario arreglo personal que incluye un rústico baby-doll rojo)
Estela: (haciendo referencia al partido Uy! Sacaste la reserva de paralíticos!!, sacalo, sacalo y poné a Méndez. Eso! Ahora si!! Pateá al arco pelotudo, (completar monólogo de la tele).
Juan: (con el baby doll, se para sexy entre la cama y la tele, intentando una pose seductora)
Estela: ¿Qué haces con eso? Correte, ¿no ves que es la final de la Copa Melba???!!
Juan: Ah! ¿es importante?
Estela: (bufando) – Ufff!! ¡andá a lavar los platos!!-
Juan: (terrible cara de circunstancia): ya los lavé...
Estela: Sshhhh! Que juega Deportivo Conchilaló contra el Atlético Bolocco de Anillaco.
Juan: (Con actitud masculina): ¡¡Hasta acá llegué!!, Decide cuánto te debo, ya me recibí de mujer, ya entendí todo....
Estela: (le señala la puerta)
Juan: (sale enfurecido)
(PAUSA)
Juan: (Entra espantado, cierra la puerta y se apoya de espaldas en ella, visiblemente agitado)
Estela: (riéndose y golpeando con la palma de la mano el costado de su cama) - Vení, vení acá, ¿te dijeron cosas feítas?? Estás muy linda ¿sabes?... (le dice mientras le desliza una mano por la ¿teta?)
Juan: (mirando la tele y sacándole la mano): mirá, mirá penal!!
Estela: ¡¡El penal te lo voy a meter a vos!!
Juan: ¿te preparo un té?
Estela: Si, un “te la sampo”!!
Juan: Má si!!! (le da un beso apasionado y empieza un juego amoroso en el que los dos se enganchan) ¿y ahora cuando te bajes los pantalones con “qué” te las vas a arreglar??
Estela: Hombres... se creen los dueños del falo...(dice mientras saca de la mesita de luz un gigantesco consolador color flúo)
Juan: (pega un salto fuera de la cama) - ¡¡No, no, no, eso sí que no!!!-
Estela: ¡¡Andá frígida!! Andá a hacerme un tesito - (con tono burlón, y se engancha nuevamente con el partido o putea porque se lo perdió)
(BAJON DE LUZ, PASO DEL TIEMPO)
Estela: (Entra con flores)
Juan: Las recibe con indiferencia, las apoya sobre la mesa y sigue con sus quehaceres.
Estela: ¡¡¡Te traje flores!!
Juan: Si, ya las vi, muchas gracias.
Estela: ¡¡¡Te traje flores!!!
Juan: ¿ y vas a montar ahora un escándalo por una vez que compras flores? ¿qué pasó no tenías cambio??
Estela ¿qué hice ahora, se puede saber?, ma’ si metetelas en el orto!!
Juan: Ese es el punto al que quería llegar...
Estela: Cual? El orto? Si ya me dijiste que no...
Juan: No el punto es que habrás hecho para venir con flores, con qué pendeja habrás estado....
Estela: ¿vos me estás jodiendo a mi?? Sólo vos podes llegar a esa conclusión por un puto ramo de flores!!!
Juan: Hombres!! Tapan sus culpas con regalitos!! ¡¡¿vos viste qué hora es??!!
Estela: Sí, ¿qué pasa?
Juan: ¡Si a vos no te parece que pasa nada, no pasa nada!!...
Estela: No, no, vos empezaste, ahora pará, vení acá, sentate y hablemos
Juan: Yo no tengo nada que hablar, acá el que me tiene que dar una explicación sos vos!
Estela: Bueno, si, se me hizo tarde, pero ¿realmente te parece que es para tanto?
Juan: Yo ya no sabía que pensar, ¡casi llamo a la policía!!
Estela: En realidad te quise llamar, pero se había ido la secretaria y no sabía como tomar línea...
Juan: ¿y vos no tenés celular? ¿o tampoco sabes cómo tomar línea?!!
Estela: Es que no me di cuenta que era tan tarde...
Juan: Claro!! Yo desesperada y el señor boludeando por ahí!!!
Estela: ma’ si!! (dice yéndose al baño)
Juan: (llora) ¿ese es el interés que tenés por mí???
Estela: ¡¡Ay!! Me vino!!
Juan: (totalmente desconcertado) ¿y ahora qué???
Estela: ¡¡¡Clase de higiene femenina!! ¡¡¡vení ya, al baño!!
Juan: (con cara de asco) ¿Qué me vas a enseñar??
Estela: lo rompebolas que es seguir el día como si nada pasara a la vez que hay que tener en cuenta los detalles que paso a explicarte, sin mencionar las putas contracciones que no son patrimonio exclusivo del parto ¿te imaginas atendiendo a un cliente con una sonrisa mientras estás atravesando por una??
Juan: No, nunca lo había pensado...
Estela: ok, no es el punto, retomemos lo didáctico, mirá ¿ves esto?, es un “tampón mini”, se usa el primer día en el que todavía te “baja” poquito, este es un “super”, 2do.3ro.y 4to. Día, y de noche hay que “ventilarla”, para eso están “los panchitos” apósitos , toallitas higiénicas, a ver probá (entregándole un tampón)
Juan: (lo revisa de una lado y otro) ¿y dónde me lo pongo?
Estela: Ah... no lo había pensado ¡Dónde puedas!!
Juan: eeeehh bueno, ¿y si mejor retomamos la discusión??
Estela: ¿Qué discusión?
Juan: Ok. Voy a poner las flores en agua...
(Aparece nuevamente Estela)
Estela: Bueno, clase Nro. 4 ¡a ponerse el portaligas!! ¿te depilaste??
Juan:¿¿¿Queee???
Estela: Portaligas y pelos no son compatibles..
Juan: Pues lo tendrán que ser!!!
Estela: sexo fuerte..., está bien, comencemos...
Primer paso, uñas bien limadas, ¿a ver? Fijate... , bien, ahora lo abrochamos acá,
Juan: ¡¡¡¡Auchh!!!
Estela: no, no llegaba, ¡¡ahora sí!! ¿lo sentís más flojito?? Tiene que quedar perfectamente alineado con la rodilla, adelante, y la media se engancha acá, primero metes los dedos y las haces un bollito, después estirás despacio y parejito, a ver, seguí vos...
Juan: Aaahhh, no seguí vos que me estoy calentando...
Estela: si querés que haga de “mina”, terminamos con lo pactado y hacemos un contrato nuevo, pero por supuesto que estaríamos hablando de otro precio....
Juan: (seductor) ¿qué pasa? ¿todo tiene un precio para ustedes?? (dice acercándosele)
Estela: Para mí si, vivo de esto hace muchos años
Juan: Pero al final ¡sos una puta cualquiera!
Estela: Cualquiera no, la que vos elegiste para esto.
Juan: Y ¿de cuánto estaríamos hablando? (dice sacando su billetera y dejando ver su interior)
Estela: (mirando la billetera de Juan) dejá, dejá, para mi protagónico cobro mucho más que eso... ¡vamos m’hijo! ¡a ponerse las medias!...
Juan: (terminando de ponerse las medias) ¿ y ahora qué sigue??
Estela: Una inolvidable noche de amor debe “inexorablemente” culminar con mucho champagne y un buen streep tease. ¿sabes bailar?
Juan: Sí, cumbia, algo de marcha, rock...
Estela: No, algo más sensual, ¿viste nueve semanas y media?
Juan: (baboso) siiiii....
Estela. (acercándole un perchero), apreta el play...
Juan: ¿¿no querrás queeeee??
Estela: Sí!!!
Juan: (comienza a danzar tímidamente)
Estela: (se tira en la cama, monólogo incitándolo)
Juan: (baila grotescamente, se tuerce un tobillo)
Estela: (Lo ayuda a acostarse y le pone el pie en alto)
Juan: (con voz de dolor) De haber sabido que era tanto laburo jamás le hubiera insistido a mi mujer que me hiciera “numeritos” con lencería erótica
Estela: Voy a buscar hielo -¿tenés hijos??
Juan: dos.
Estela: por lo menos una nena tenés, ¿o me equivoco?
Juan: No.
Estela: ¿no, no tenés? O ¿no, no me equivoco?
Juan: No te equivocás
Estela: (mientras le pone el hielo en el tobillo) - ¿por ella lo hacés??-
Juan: (se queja de dolor) Ay!! ¿qué cosa?
Estela: Intentar entender el pensamiento femenino.
Juan: No.
Estela: ¿podes decir algo más que si y no??
Juan: No.
Estela: (con sonrisa compasiva) lo que vos querés es entendernos, pero ¿cómo?, si nosotras mismas no lo conseguimos.
Juan: ¿y entonces??
Estela: Te preparo un matesito...
Juan: Esa es una tarea que forma parte de mi rol...
Estela: ¿Estás herida? o ¿me equivoco?? (con doble sentido)
Juan: y un cigarrillo ¿puede ser?
Estela: Claro que sí...(le enciende uno)
Juan: y vos?? ¿por qué no tenés una familia??
Estela (se pone en guardia) – No es el objetivo “universal” de la mujer...
Juan: Mentira...
Estela: Cual es la razón por la que los hombres siempre piensan que el mal de una mujer siempre obedece a estar mal cogida.
Por qué carajo ustedes piensan que nuestro ánimo depende de cómo nos la metan “mirá que cara de ojete, debe estar mal atendida” o acaso ustedes no se la pasan siempre diciendo que nosotras debemos atenderlos. ¡A MI NO ME FALTA UNA BUENA PORONGA!
Juan: (gritando) ¡¡PARÁ!! Solo te pregunté porque no tenías una familia
Estela: (bloqueada) Porque no lo elegí.
Juan: y porque la cara de nostalgia y resentimiento
Estela: hielo, lo que necesitas es más hielo
Juan: no hace falta...
Estela: pero después si no vas a estar quejándote todo el día que cuando te lastimas no te doy bola y que al final vos sos la esclava de la casa que nadie te atiende y que vos también necesitas y que solo estás para atender...(el la interrumpe)
Juan: pará, quedan pocas mujeres con ese discurso tan tonto
Estela: te llamo al doctor, pero por ahí sería mejor que te lleve a la clínica a sacarte una placa
Juan: agua con sal eso deshincha
Estela: ¿no querrás también que vaya a la farmacia a comprarte un antinflamatorio?
Juan: hay que dulce ¿irías?
Estela: ni en pedo, jodete si metés la pata donde no debés, boluda, yo otra vez el partido de tejo no me lo pierdo.
Juan: pero eso ya es de reventado, (haciéndose el dramático) no vez que yo no puedo ni caminar, no crea que exista un marido que no le vaya a comprar un calmante a la señora
Estela: ¿A no? Eso crees hay mucho que ni a los hijos se los irían a comprar a las 3 de la mañana porque se tienen que levantar temprano y le dicen a la mujercita, andá vos mi amorcito, yo cuido a los chicos mientras vos buscas la farmacia de turno
Juan: pero eso ya no pasa mucho, los maridos ahora ayudamos
Estela: de eso se trata, AYUDAN y nosotras no necesitamos ayuda, son nuestros hijos que necesitan a un padre
Juan: pero si hacemos lo que ustedes nos piden; los llevamos al colegio, los bañamos, los acostamos, las acompañamos al pediatra, (mientras habla comienza a darse cuenta) hasta una vez yo le saqué los piojos a mi hija, ..entiendo…con el peine que compró mi mujer por que a ella se le había esguinzado la muñeca.
Estela: (haciéndose la tonta) ¿cómo está tu tobillo?
Juan: Nada grave
Estela: voy a traerte un analgésico (va al baño y cuando él no la ve llora)
Juan: (se queda colgado en lo que dijo antes, se interrumpe violentamente y grita) Tengo una hija de 15 años y pánico porque sufra. Ella se lleva el mundo por delante y tengo miedo que algún hijo de puta se la lleve puesta a ella.
Estela: (intenta disimular el llanto, el lo nota y se hace el tonto) ¿un hijo de puta cómo debes haberlo sido vos?
Juan: Sí
Estela: ¿y ahora qué? Te sentís vulnerable porque casi podés sentirte mujer a través de la piel de tu hija
Juan: ¿está mal?
Estela: No, solo que me suena a guardabosque
Juan: ¿quién yo? ¡Naaaaaa! Yo no soy celoso
Estela: ¡¿sabés que la nena coje?!
Juan: (violentamente se incorpora rengueando) NOOOOOOOO, mi hija es muy chiquita para tener relaciones
Estela: vos a que edad debutaste
Juan: que se yo.... 14
Estela: y veintipico de años después porque pensas que ella no podría haber debutado (él está contrariadísimo, ella lo goza) o crees que debiera llegar virgen al matrimonio
Juan: no podés hacérmela más suave, que se yo decime... hace el amor o tiene relaciones sexuales, que se yo... pero no COJER, mi hija no coger
Estela: lamento desilusionarte, las mujeres también cogemos, ¡ah! Eso incluye a tu mamá
Juan: ahora con la vieja no
Estela: las mujeres la pasamos tan bien como los hombres en la cama.
Juan: la mitad de las mujeres o son frígidas o anorgásmicas
Estela: já, eso es lo que tu mujer te hizo creer a vos, preguntale al sodero que opina
Juan: ah sí, como siempre ustedes nos echan la culpa a nosotros de todos sus fracasos
Estela: (irónica) si nosotras gozamos es porque ustedes nos partieron al medio, nos dejaron muertas, nos hicieron arañar las paredes... Cuál fracaso, el tuyo o el del sodero...
Juan: terminá con el sodero
Estela: (imitando un ssshhhhh del chorro de un sifón y riéndose a carcajadas)
Juan: puede ser el portero o el gasista que estuvo esta semana
Estela: (muy irónica) o la mucama
Juan: ¿y que les gusta que le hagamos?
Estela: ¿A las mucamas?
Juan: (haciéndose el canchero) a ella sé exactamente que les gusta que les haga
Estela: quizás tu mujer también
Juan: vení que te muestro lo que le hago a las mucamitas
Estela. Acordate que vos sos la mina y yo el tipo.
(de golpe le lanza) Fingí un orgasmo, como tu mucama cuando la
tocás
Juan: (completamente desorientado, juego del actor, al principio no sabe como, luego de a poco se va animando, y cada vez se enloquece más y se manda la ficción de un orgasmo más prolongado de lo lógico, sobre actuado y con movimientos) ¿Me creíste?
Estela: No
Juan: (hace otro muy muy chiquito y tímido, y pregunta solo con el gesto si ahora le creyó)
Estela: Noooo y no, exagerado, (a medida que describe lo va haciendo, sin continuidad, se corta para hablar) empezá con un suave jadeo y después sigue con un leve increyendo (el repite y la imita torpemente) con cara de éxtasis... abrí un poco los labios, eso.. y luego unas contorciones... no descontroles la cara, si así... hacés cómo que te la aguantás y luego.... el gran final. Sí así hijo de puta, un buen insulto siempre es muy efectivo.
Juan: y por qué la necesidad de fingir
Estela: callate y seguí actuando, sos tan inútil que hasta te perdiste cuando Harry conoció a Sallie (le dá un beso en la cabeza) Zonzita mía, cómo me enterneces
Juan: y por qué la necesidad de fingir
Estela: (carcajada) por qué la necesidad de fingir (le dá una palmadita en la nalga) Vaya a hacer un mate mejor
Juan: ¿dulce o salado?
Estela: como quieras
Juan: cuándo te fuiste al baño por qué lloraste
Estela: (haciendose la tonta) ¿Cuándo fui al baño?
Juan: ok hago mate, pero no te hagas la tonta, sino querés no me decís
Estela: Es que sos hombre no podés entender
Juan: no me subestimes, acá el hombre sos vos
Estela: ¿me dirías cómo hacen para pensar sólo con la entrepierna?
Juan: y ahora viene el chiste que nos sentamos con las piernas abiertas para no aplastarnos el cerebro.
Estela: lo dijiste vos, no yo
Juan: Es el colesterol que nos está adormeciendo las neuronas
Estela: y últimamente hasta la entrepierna se les adormece, o le echan la culpa al estrés
Juan: llamo para que traigan empanadas
Estela: No linda andá a arreglarte que esta noche te saco a pasear
Juan: (indignado) qué con correa y por la calle me van a gritar “-Laica, vení para acá-” Me queda una duda, ¿para hacer pis, tendría que levantar la pata contra el árbol o me tengo que agachar?
(BAJÓN DE LUZ, PASO DEL TIEMPO)
(entran ambos vestidos del sexo opuesto Estela con bigotes pintados con lápiz, ambos borracho Juan con los zapatos de tacos en la mano)
Estela: juaaaassss como nos miraban
Juan: y que querés, vos con ese bigote pintado con delineador
Estela: sos el peor de los trabas
Juan: tengo la fuerte intuición de que acabamos de hacer el ridículo, lo peor es que me divertí más que cuando salgo con mis amigos de levante
Estela: waw que avance acabas de reconocer que podés salir con una mujer de joda sin intenciones de cogertela y pasarla genial
Juan: qué acaso ustedes no salen con tipos con solo la meta de garcharselos?
Estela: otro avance, reconociste que las mujeres también fifamos sólo por amor al sexo, y eso incluye a tu mujer, tu hermana, tu hija y tu mamá
Juan: (ofuscado) otra vez mi hija, no te metas con mi hija o te vuelvo a preguntar porque llorabas en el baño
Estela: ya te pregunté que baño
Juan: ese que está ahí
Estela: por acá no veo ninguno (yendo a buscar un tinto y dos copas)
Juan: ¿el toilette?
Estela: (sirviendo las copas) no, no tampoco
Juan: el water closet
Estela: no existe tal cosa en esta casa
Juan: (señalando la botella) querés q la abra?
Estela: ¿qué te pensás que por ser mujer no puedo?
Juan: Eso es lo que no entiendo, por qué siempre reaccionan así las feministas, si un amigo mío trae una botella de vino, ni siquiera le pregunto si quiere que la abra, se la saco de la mano y la abro yo... Y además, si mi amigo es bajito y yo alto y está tratando de alcanzar las copas en un estante alto, seguramente me acercaría y se las bajo, el seguro que no pensaría que lo estoy subestimando.
Genéticamente en general la hembra del animal humano tiene menos fuerza que el macho, cuál sería el problema en aceptarlo y ser más expeditivas y luchar por cosas más importantes.
Estela: (alarga la mano con la botella, y el sacacorchos) al menos no soy petiza.
Juan: ¿Cuál es el final de esta novela, qué me enamoro de vos?
Estela: No, ni amor ni sexo.
Juan: Los hombres sólo pensamos en eso...
Estela: ¿Y ahora quien subestima a quien?
Juan: si son Uds. Las que siempre nos acusan de sólo pensar en eso
Estela: ¿y quién dijo que nosotras no?
Juan: (entusiasmado) ¿Uds. También se la pasan pensando en fifar?
Estela: ¡Andá a sacarte el maquillaje ¡
Juan: No me jodas, duermo así
Estela: Mancharías la almohada, con el tiempo te arrugarías más rápido, amanecerías con toda la pintura corrida (va increchendo y alterándose gritando) y además no sé porque carajo pero nosotras nos tenemos que sacar la pintura antes de acostarnos.
Juan: (va hacia el baño con cara de coyote degollado, entra a toquetear todas las cremas y grita desesperado) ¡¡AYUDA!!
Estela: Algodón, este es el algodón, crema para los ojos, saca maquillaje (siguiéndolo con el dedito mientras lo lee y se lo muestra cual si fuera un débil mental) O-J-O-S
Juan: (condescendiente e interrumpiéndola) sacámelo vos
Estela: ¡NO! Tenés que aprender lo aburridísimo que es
Juan: Si me pintaste vos
Estela: Pero eso es más difícil y si no íbamos a cenar a las 4 de la mañana y además yo no salgo con una mina mal arreglada para pasar papelones. Esta crema te la pasás después por toda la cara y con papel higiénico (yéndose) te sacas todo, (agarra otro tinto, las copas y vuelve) ... ¿ya está?
Juan: Pará que soy inexperto.
Estela: (rellena las copas y le da una) este es un tónico te lo pasás con algodón, (se sienta en el inodoro) y la de al lado es la humectante para después.
Juan: (bebe) ya me mareé
Estela: epa que flojito por un par de copitas...
Juan: esta es la cuarta botella que tomamos, dos en el restauran y la segunda que abrís acá, pero no lo dije por estar en pedo, me mareé de tantas porquerías que se ponen en la cara.
Estela: Ah, si, pero los señores nos exigen mantenernos jóvenes, como mierda lo logramos si no... Yo como buen hombre debería estar esperándote caliente en la cama
Juan: No me dejes solo en esta
Estela: Siempre estamos solos, en esta y en todas.
Juan: ¿y esta otra para que es?
Estela: Para los hongos vaginales
Juan: (Asustado) ¿y me la tengo que poner?
Estela: Y si te encontrás la vagina por supuesto
Juan: (agarra otra y la levanta para leer lo que dice, esta vez no pregunta por las dudas)
Estela: (sin darle bola) Esa es hidratante para el contorno de ojos
Juan: (Se da vuelta de golpe y la levanta de la cintura) ¡Dame un beso!
Estela: (Sin inmutarse) una dama seduce no convoca.
Juan: Eso es una pelotudes
Estela: Sí, pero no sé por que carajo la seguimos aplicando
Juan: (se saca la peluca) No sé cómo es que hacen las minas para poner trompa y decirnos con la expresión me muero por acostarme con vos en el momento que nosotros atacamos, puf... dan un paso atrás y de golpe les duele la cabeza
Estela: acaso si se te acerca una mujer que te encanta y te dice tengo ½ hora vamos a coger, vos no te quedarías petrificado?
Juan: y sí, no estoy muuuy acostumbrado, primero intento reaccionar y luego le digo vamos
Estela: ok vamos
Juan: ¿a dónde?
Estela: a coger
Juan: (desorientado, asustado, no sabe que hacer, intenta abrazarla y besarla con suma torpeza, se lo ve seriamente intimidado, finalmente logra avanzar y se pone muy muy candente el asunto)
Estela: (está tan caliente como él pero lo corta violentamente) Hay no sé que me pasa, vos me intimidás
Juan: ¿me vas a dejar así?
Estela: Lección número ocho, cómo tus genitales no están expuestos, no se nota tu calentura, debés aprender a disimular, comprender, esperar, o sea desmojarte las ganas.
Juan: Dame vino
Estela: ¿qué te vino?
Juan: Dame un trago querés y decime que es lo que no querés que se te note
Estela: ¿otra vez vas a empezar con la historieta del baño?
Juan: ¿Qué baño? (irónico) Yo no te nombré ningún baño
Estela: (empina derecho la botella)
Juan: seguí tomando a ver si así hablás...
Estela: (está bastante alcoholizada y se va enojando) Todos los hombres son iguales, siempre sintiéndose superiores, siempre subestimándonos, siempre...
Juan: (se levanta brusco y la abraza obligándola a callar) nunca probaste con llorar en vez de enojarte, eso es más femenino.
Estela: (primero se deja abrazar y hasta se reconforta y luego se desprende bruscamente) eso es siempre lo que esperan los hombres
Juan: aprovechá los beneficios que les da la sociedad por ser mujer de poder demostrar los sentimientos, si yo sufro automáticamente me pongo agresivo, te imaginás que si cada vez que hieren mis sentimientos me largo a llorar por ejemplo... en la oficina cómo me mirarían, la acusación es que marica, en cambio si puteo a alguien dicen está nervioso ya se le va a pasar.
Estela: (siguen tomando, ambos están muy borrachos) puede que tengas razón, pero no quiero ser el sexo débil, yo de débil no tengo nada
Juan: (angustiándose típico de borrachos y abrazándola) yo si quiero ser el sexo débil, yo quiero que me protejan cómo cuando era chiquito y mi mamá me contaba cuentitos y mi papá me abrazaba fuerte y me decía que no tenga miedo, que los hombres no lloran y yo le decía pero yo estoy llorando, y el contestaba sos un nene los nenes lloran cuando se hacen hombres ya no lloran más, y ahora soy hombre y vez estoy llorando y no está bien, porque mi papá dijo que no debía llorar cuando fuese hombre, o no soy hombre yo, debe ser que no soy lo suficientemente hombre por eso lloro, (no puede parar con el discurso y la angustia, cada vez se le entiende menos lo que dice)
Estela: (lo calma poniendo la cabeza de él sobre su pecho o su falda) TTZZZZ tranquilo, que eso también es mentira, los hombres lloran les duele y son sensibles, a escondidas pero lo hacen. Pero nosotras si no lo hacemos en público nos comparan con Margaret Tatcher
Juan: y por que entonces te escondiste en el baño y no llorás delante de mí
Estela: (Sacada y gritando) ¡¡¡no se te ocurre que si me escondí es porque no te lo quiero decir!!!
Juan: (haciendo el cantito de burla de los chicos) estaba llorando, estaba llorando, estaba llorando... (mientras se para y tambalea de tal forma que a ella le da mucha gracia y no puede parar de reírse. Se ríe descomunalmente con carcajadas desencajadas, al principio él se contagia hasta que se detiene y la observa, lentamente ella empieza a mezclar risa y llanto, hasta que termina ahogada en lágrimas, el vuelve hacia ella y la agarra en su falda o en su pecho, repitiendo exactamente la escena inversa)
Estela: No hay diferencia por género, las lágrimas son saladas en los hombres y en las mujeres
Juan: No sos tan dura
Estela: ni tan salada
Juan: ¿Puede ser que me esté enamorando de vos?
Estela: No, estás empezando a entender a las mujeres
Juan: (le seca las lágrimas) Sos más linda al natural
Estela: y quien dijo que llorando soy al natural
Juan: No hablo de las lágrimas, lo digo por el rigor de tu mirada, por la dureza de tus facciones, que ahora se aflojaron y transparenta dulzura.
Estela: sabés que yo digo lo mismo, que sos más lindo así con la dulzura de haberte aflojado.
Juan: ¿vos también te estás enamorando?
Estela: ¡Jamás! No soy lesbiana. Además me enamoré una vez y me bastó para siempre.
Juan: Un polluelo herido
Estela: Una mujer con cordura
Juan: dura feminista empedernida y al pedo
Estela: machista, ególatra
Juan: una autentica conchuda
Estela: típico complejo de pija corta
Juan: ¿qué estás deprimida porque estás indispuesta?
Estela: ofuscadito porque se te bajó justo justo antes de meterla y pasaste papelón
Juan: yo vine acá a aprender no a que me insulten
Estela: entonces no te hagas la psicóloga conmigo, yo me resuelvo solita
Juan: self service que le dicen
Estela: yo lo llamo paja
Juan: ¿ser guaranga es parte del curso?
Estela: No, eso es parte de la igualdad de género que yo pregono
Juan: Si los hombres hablamos así también somos guarangos, yo no dije lo contrario
Estela: otra vez con lo de las botellas y los corchos
Juan; hace mucho que no me recargás el vaso (estirándole el brazo con la copa)
Estela: Hace mucho que no me recargan el alma
Juan: Waw!!! Que confesión
Estela: No te hagas la canchera porque me vuelvo a cerrar
Juan: (agarra las dos copas y la botella de vino y las llena, entregándole una) brindo por la apertura
Estela: De piernas (riéndose)
Juan: No, por el torneo apertura
Estela: No pude dilucidar que le gusta más a uds. Si el sexo o el fútbol
Juan: por qué ese divorcio, las dos cosas por igual o mejor las dos cosas al mismo tiempo, si meterla siempre es un gol, sea la pelota o…
Estela: ¿qué pasa hay veda de palabras?
Juan: Pará! Para que es necesaria la cosa tan explicita, si omitiendo entendiste igual.
Estela: evidentemente estás feminizándote
Juan: ¿Humanizándome quizás?
Estela: Uy no somos humanas las féminas
Juan: callate y seguí chupando
Estela: eso eso! Los hombres están aprendiendo a chupar, que bueno es eso, así al menos cuando no funcan disimulan y nos la chupan para que no notemos que se les bajó.
Juan: ¡¡¡QUÉ SE DAN CUENTA!!!
Estela: obvio, pero nos hacemos las boludas para disfrutar, jajaja que manera de subestimarnos que tienen
Juan: che ni un crédito tenemos
Estela: son muchos años de desigualdad, cuesta aceptarle las buenas para que no se agranden
Juan: brindo por las mujeres
Estela: brindo por…
Juan: (levanta la copa y habla con solemnidad exagerada) por esa sonrisa sarcástica que tienen ustedes ante nuestra ingenuidad por el papel de inocentes que juegan para no dejarnos al descubierto por la superioridad que no ostentan por la fortaleza que esgrimen al parir o al criar nuestros hijos e incluso a nosotros por apuntalarnos cuando nos ven frágiles sin ponerlo en evidencia y hacernos sentir lo terriblemente débiles y vulnerables que somos por hacernos sentir el sexo fuerte cuando lo único que tenemos es mayor fortaleza física…(la mira esperando que ella le sonrisa en gesto de aprobación)
Estela: Pero escuchame tarada a que viniste, a aprender a ser mujer o a llenar el album de Sara Key. No querida, a mi no me engañás con ese discurso, no te recibiste todavía de mujer, ese reconocimiento superfluo no es consecuencia de entendimiento, y andá a lavar los platos
Juan: y que mierda hay que hacer para entenderlas
Estela: ni idea, jamás conocí a una mujer que se entienda realmente.
Juan: y por que me cobrás que me estás estafando vos a mí
Estela: y que hicieron los hombres en los últimos siglos… les limpiamos les cocinamos, les parimos hijos y encima nos cobraron con violencias y sexo no deseado
(BAJÓN DE LUZ, PASO DEL TIEMPO)
Estela: Tenés hora en el ginecólogo.
Juan: ¡¡¡ QUÉ!!!
Estela: No la esquives, tenés hora con el ginecólogo ahora!
Juan: ¿Pero que me va a revisar a mi?
Estela: Vos preparate que ya vas a ver...
Juan: (cagado en las patas) ¿y que me tengo que preparar?
Estela: y no vas a ir así toda olorosa, o bañate o lavate las partes intimas en el bidet.
Juan: pero...
Estela: Nada de peros, ya te vas al baño, y ojo con el agüita del bidet no te vayas a masturbar que estamos cortas de tiempo.
Juan: (va al baño pero no vemos lo que hace, puede ser por que este esté a oscuras)
Estela: (saca de algún lado una camilla de gineco y la arma en el escenario, se pone un ambo de medico y algo que la haga parecer un hombre, de acá en más habla con voz gruesa como hombre, pero antes le grita con vos de mujer) apurate que vamos a llegar tarde.
Juan: (sale del baño y cuando ve la camilla y a ella queda mudo y en pánico)
Estela: por ahí atrás te sacas la bombachita y te ponés la batita que está ahí colgadita, avisame cuando estés lista (Juan se pone detrás de una especie de biombo, reaparece con una bata típica de gineco, de esas que se ve por los costados, se sacó la parte de abajo pero sigue teniendo debajo de la bata la remera que tenía puesta) ¿estas lista?
Juan: Sí (muy tímido)
Estela: Vení linda sentate por acá, pones un pie en cada estribo y la cola bien bien la borde, eso muy bien. Aflojate, ahora te voy a meter el espéculo
Juan: (que ya estaba poniéndose en posición pega un salto poniéndose una mano en el culo tapándoselo) ¿Y eso por donde me lo pensas poner?
Estela: sentate acá ya, acá el médico soy yo (Juan se sienta nuevamente en la camilla, ella mostrándole) este es el espéculo, puede estar un poquito frío, no te asustes
Juan: no es el frío lo que me asusta, eso a mi no me lo vas a meter
Estela: ese es el espéculo, pero yo voy a ser buenito y voy a usar uno a tu medida, o sea un especulito
Juan: pero eso duele igual
Estela: (no vemos porque está de espaldas al público Juan, Estela trabaja entre sus piernas y se le ve la cabeza entre las piernas de él) no corazón, relajate no me hagas fuerza en contra porque va a ser peor, eso eso aflojate, muy bien, así así, yo sé que es una invasión pero tenés que pensar que es por tu bien. (Juan empieza a disfrutarlo) Ey ey, momento esto era para que sufras no para que te gusta ¡puto de mierda!
Juan: Sádica, no te iba a dar el gusto
Estela: (Muy despectiva) ¿vos querés ser mujer o traba?
Juan: y cual sería la diferencia
Estela: los trabas ya son mujeres, sólo les falta que se les refleje en su cuerpo
Juan: y ya que la tenés tan clara ¿los putos qué?
Estela: eso es otra historia, que más querés que te explique, por curso de gay no pagaste
Juan: Vos no serás medio torta...
Estela: En primer lugar si lo fuera eso no me quita que esté en condiciones de enseñarte a ser mujer, porque seguiría siendo mujer, en segundo lugar no estás acá para juzgar o averiguar mi sexualidad, y en tercero...
Juan: sos bombero!!!
Estela: pará carajo, tanto te importa, me gustan los hombre a ver si te queda claro y me dejás de joder
Juan: mirá que a mí me lo podés decir yo no tengo nada contra los homosexuales, si hasta tengo un amigo gay
Estela: Ja!!! No soy antisemita si tengo un amigo judío, es la misma mierda con distinto olor
Juan: no, te juro q no soy homo fóbico
Estela: yo no soy lesbiana pero me revientan los mediocres como vos que ni siquiera tienen el tupé de llegar al grado de homo fóbicos, son simple y sencillamente discriminadores al pedo, porque ni siquiera les molestan demasiado, sólo un poco, lo socialmente correcto.
Juan: mmmm un poquito bisexual sos?
Estela: BASTA!!! Pesadilla. Por qué lo decís porque no tengo hijos, porque nunca me casé o porque tengo las uñas cortas.
Juan: porque quiero sacarte y no lo logro, si fueras pastelera podría ubicarte en alguno de los sistemas de medición
Estela: otro error, las mujeres NUNCA pertenecemos a un solo sistema de medición
Juan: entonces sos binorma
Estela: y dale con lo mismo, ok pensá lo que quieras
Juan: viste viste que yo tenía razón
Estela: a ver si e-n-t-e-n-d-é-s, sos hombre al fin y al cabo, sos duro de que entiendas, yo cojo con hombres, no me fifo a las mujeres. Quedó claro
Juan: Que lástima con lo que me gustaría ver a mi
Estela: te salvás de que te palpe tus tetas para ver si tenés un nódulo o no
Juan: ¿y por qué me salvo de lo mejor? (sigue muy baboso)
Estela: ¡¿lo mejor?!
Juan: Eso las debe calentar de lo lindo
Estela: y ya extrañaba al pajero... no tarado, eso también duelo y muy lejos de calentarte un tipo que te apretuja las tetas para buscarte cáncer te da pánico y si realmente te encuentre algo, como mierda pensás que se puede tener la cabeza al mismo tiempo en calentarte y esperar que te digan no tenés nada, no vez que hay que ser muuuy perversa para ponerte cachonda con eso.
Juan: Ca- chon-da de donde sacaste esa palabra, en donde viviste
Estela: en el mismo fasco que vos seguro que no.
Juan: YO!!!! En un frasco
Estela: Si en uno muy machista
Juan: bueno a ver, si tuvieras un hijo varón lo hubieras preferido que te salga amo de casa, tiernito, sensible, va maricón
Estela: y quien te dijo que no tuve un hijo
Juan: vos
Estela: te mentí
Juan: hija de puta
Estela: en realidad no te mentí, vos no te percatás del tiempo verbal utilizado
Juan: (completamente confundido con cara de interrogante)
Estela: TUVE
Juan: (pregunta con muchísima timidez y calidez) murió?
Estela: No se cambió de sexo!! (se recaga de riza burlándose de él)
Juan: por un segundo me mataste y entendí todo, porque llorabas y por que te dedicabas a esto sos una jodida
Estela: A lo mejor si lo tuve y tengo un asqueroso humor negro
Juan: me estás hablando en serio?
Estela: y eso que importa
Juan: importa, si se te murió un hijo... (ella lo interrumpe)
Estela: y si se cambió de sexo...
Juan: no juegues con migo
Estela Y por qué no
Juan: por que no es joda la muerte de un hijo
Estela: claro que no es joda, pero la vida es joda y si nos colgamos de las tragedias morimos en el intento de vivir
Juan: nada te tomás en serio
Estela: siiii, haber nacido no es ninguna joda
Juan: pero se te murió un hijo o no
Estela: a lo mejor se me murió un hijo y un marido
Juan: no podés dejar de joder
Estela: a lo mejor se me murieron dos hijos un marido y quizás uno de ellos era una nena
Juan: (serio y convencido) no estás jodiendo, es verdad, se te murió la flia entera
Estela: uy! De golpe me convertí en una mujer más respetable, porque sufrí y porque tuve hijos y marido
Juan: es que esa clase de dolor es muy respetable
Estela: y la clase de dolor que padecen las mujeres que no tienen hijos ¿no?
Juan: es diferente
Estela: por qué? La intensidad de un dolor no se mide por comparación, ni por lo que te produciría a voz la misma situación, se mide por lo que le provoca al otro, o a un nene de 3 años que se le murió el perrito no sufre a lo mejor doble, porque medirlo con los parámetros de un adulto, que derecho tenemos a decir que dolor es más que cual otro.
Juan: otra vez el discurso
Estela: sí, pero es que me saca la superficialidad de cómo calificamos al dolor ajeno
Juan: pero no es igual si se te murió o no tu flia
Estela: claro que no es igual, pero vez que automáticamente los hombre clasifican y menosprecian a las mujeres. A cierta edad si es divorciada no es lo mismo que si es soltera, si nunca se casó es SOLTERONA para uds. no cabe la posibilidad de que simplemente pudo ser su elección, y que si una de pendeja se casa por diez minutos con el primer pelotudo que se le cruzó para escapar de su casa paterna, no la hace acaso más tarada, no es una imbecil al hipotecar su libertad sólo cambiando de déspota , no es más valorable que una mujer se haya ido sola a pesar de lo que pensaba la sociedad de hace 50 años, esa que decidió que su vida era de su propiedad y no tenía que ser posesión de un hombre
Juan: otra vez el discurso feminista cuadrúpedo, algo, un cachito de cierto hay en eso,..... pero no te agrandes que hay mucha pelotudez también de por medio, todavía las minas se mienten mucho, dicen no necesitamos ser madres para sentirnos completas pero cuando pasan los 40 son pocas las que sostienen el discurso, el reloj biológico las corre y se entran a desesperar, no digo que sean todas pero hay una amplia mayoría, y si lo pensas como animal al hombre es lógico, el instinto dice que hay que reproducirse, y no estoy hablando de sexo,
Estela: animal de pecera, está de moda el invitro
Juan: peceras de vitro y forros de cuero
Estela: y eso para qué?
Juan: para no sentir
Estela: No entiendo
Juan: vos pensás realmente que lo único que nos interesa a los hombres es fifar
Estela: noooo el fotbol también
Juan: podes mejorar el nivel de chiste
Estela: jaja hacer el amor les gusta como a tu hija
Juan: gracias al menos esta vez no dijiste coger
Estela: eso ya habíamos quedado que le gustaba
Juan: y dale caperucita con la canasta, cuando nos enamoramos los tipos podemos ser más pelotudos que las mujeres
Estela: eso no me cabe duda, pero no hace falta que se enamoren para eso
Juan: Yo te respetaba, casi te admiraba, pero si insistís con esas frases hechas voy a dejar de hacerlo
Estela: (conmocionada de verdad) de verdad que me admirás y respetas? Es una joda no?
Juan: porque lo dudás? No pensás que podes ser respetada
Estela: (compungida calló en su propia trampa)
Juan: (intenta abrazarla, ella no lo rechaza, pero queda tiesa, impenetrable) Dejate abrazar, (no puede por más que se muere de ganas, no lo rechaza pero no recibe el abrazo, el no se deja vencer por su impenetrabilidad y la sigue abrazando) No voy a dejar de hacerlo, alguno de estos días te vas a ablandar y me vas a dejar, no me tengas miedo, soy una amiga más.
Estela: una amiga con pija, jajajajja (se ríe histéricamente para zafar de la situación anterior)
Juan: de esta no zafás te voy a seguir abrazando
Estela: a tu hija le hacés lo mismo?
Juan: no, la abrazo como un padre no como una amiga, me es más fácil entenderte a vos que a mi hija
Estela: No somos las dos mujeres?
Juan: no, ella es hija, no entra en la categoría mujer
Estela: ya te salió el neandertal de nuevo
Juan: sabés que te equivocas, sabés que no, después de estar acá con vos me doy cuenta de tantas cosas, que al contrario, no, es más para que no sufra si es virgen le voy enseñar yo, la hacer debutar con migo
Estela: (completamente horrorizada lo interrumpe) animal pedófilo
Juan: (se ríe a carcajadas) qué, creías que solamente vos podés decir esas bromas sádicas y renegrida. Para tu información y para que sepas que tu cabeza también es cuadrada y occidental, te cuento que hay una tribu africana que los hijos adolescentes debutan con sus padres, hijo madre, hija-padre, así como les enseñan a caminar, a hablar o a cazar, les enseñan a reproducirse, ¿te sentís con la superioridad de juzgar a esta otra cultura? Te acordás de la inquisición.
Estela: ganaste, caí en mi trampa
Juan: Realmente no tenés idea de quién soy yo
Estela: Sí, un tipo como cualquier otro, algo machista, no lo suficiente como para ser considerado una amenaza
Juan: ¿Cuantos años tenés? O vas a caer en la estupidez femenina de no decir la edad
Estela: por el contrario, me encanta decirla, y ver la cara de todos al descubrir que tengo como diez años más de los que imaginan, 45
Juan: (no se mosquea) y cúal fue el motivo del llanto
Estela: no hiciste ni una mueca por la edad que te dije que tengo
Juan: ya sabía cuantos tenías
Estela: ¿a sí? Y cómo lo sabías? Tenés la bola de cristal
Juan: las bolas de cristal, si me jodés mucho se rompen, por qué llorabas
Estela: nada que realmente importe
Juan: ¿por errores del pasado?
Estela: No, porque me apreté un huevo
Juan: no tenés huevos y a los ovarios no llegas, perdonate
Estela: y vos que mierda sabés
Juan: de tus ovarios nada, lo otro se vuelve obvio
Estela: para que hurgás en mí pasado, que es esa fijación por saber de mí
Juan: no es una fijación, es tratar de entender porque una mujer llega a odiar tanto
Estela: yo no odio nada, ni a mis gónadas
Juan: gónadas, que es eso?
Estela: buscalo en el diccionario
Juan: ok cuando llegue a casa, y porque nos temés tanto a los hombres
Estela: vos viniste acá con la excusa de aprender a ser mujer para entender a tu hija, a mis asuntos personales dejalos afuera
Juan: es cierto, es una excusa, pero no por mi hija, en realidad me quiero hacer travesti
Estela: hubieras empezado por ahí, esa es mi especialidad, no hubiéramos perdido tanto tiempo en discusiones machistas
Juan: pero como es eso, le diste clases a muchas travestis
Estela: no
Juan: Estudiaste sobre la personalidad de las travestis
Estela: no
Juan: tenés un hermano travesti
Estela: no
Juan: sos psicóloga
Estela: no
Juan: ya sé sos travesti
Estela: SIIIIIIIII
Juan: entonces me estafaste
Estela: a lo mejor sí, siempre te va a quedar la duda si soy una mujer “fálica” o un tipo
Juan: (le tira un manotazo a la entrepierna). Nooo, el odio-temor te delata
Estela: odio al hombre que llevo adentro
Juan: no, odias al hombre que no llevaste nunca adentro
Estela: de cuál hablas, del que suponés quería haber llevado en el útero, del que me penetra, o del que no pudo ser en mi interior
Juan: del que nunca te pudiste entregar
Estela: las o los prostitutos no amamos
Juan: vos no sos puta
Estela: cómo que no, si cobro por sexo
Juan: vos no cobras por sexo
Estela: ¿ah no? Si yo te estoy cobrando por enseñarte a entender al otro sexo, o sea te cobro por sexo
Juan: Prostitución verbal
Estela: Prostitución oral
Juan: ¿qué, hay incluido en el paquete una mamada?
Estela: si, una mamada tuya a mi paquete
Juan: no me empaquetés
Estela: que paquetería
Juan: mirá te propongo algo
Estela: a ver…
Juan: te enseño gratis s ser hombre.
FIN
.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario